Adoptar una dieta sin gluten es un hábito que en los últimos años está adquiriendo cada vez más notoriedad, no solo entre personas alérgicas o intolerantes al gluten. Y es que, a pesar de no tener nada de milagroso, muchos apuntan a los posibles beneficios de los alimentos sin gluten para nuestro cuerpo. ¡Te lo contamos todo en este post!
Empecemos por el principio. ¿Qué es el gluten y en qué casos es beneficioso eliminarlo de mi dieta?
El gluten es una proteína que se encuentra presente en una gran cantidad de cereales muy comunes en nuestro desayuno como son el trigo, la espelta o el centeno. Por su parte, el gluten es el responsable de la propiedad elástica de las harinas creadas a partir de estos ingredientes. Además, su capacidad aglutinante es la que hace posible crear masas para pastelería y repostería. Es por eso que es tan bien valorado en las cocinas de todo el mundo. En cualquier caso y como explicamos en este artículo, lo más importante es que los ingredientes de nuestros desayunos son de la máxima calidad >>.
Tal como señala la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), algunas personas presentan problemas para digerir esta proteína. Esta problemática sucede debido a que cuando ingieren alimentos que contienen gluten su sistema inmune detecta esos fragmentos proteicos como tóxicos, lo que desencadena una reacción negativa por parte de su cuerpo.
Existen tres tipos de patologías diferentes relacionadas con la aversión al gluten:
- Enfermedad celiaca
- Alergia al gluten
- Sensibilidad al gluten no celiaca
Tipos de cereales:
- Cereales con gluten: Centeno, cebada, cuscús, kamut, malta, trigo, bulgur, espelta.
- Cereales sin gluten: Avena sin gluten, arroz, quinoa, mijo, tapioca, trigo sarraceno, teff, amaranto.
Pero, ¿es la dieta sin gluten también beneficiosa para personas sanas o nos encontramos ante una simple moda?
En los últimos años se han multiplicado los adeptos a las dietas sin gluten. Muchos de ellos sin tener ningún tipo de patología que les obligue a hacerlo.
Seguramente te preguntarás a qué se debe ahora toda esta animadversión hacia el pan y todos sus derivados cuando nuestros abuelos y antepasados lo han comido toda la vida. Sin embargo, la respuesta es más simple de lo que esperas: por entonces, el proceso de fermentación del pan permitía que las bacterias pudiesen acabar con gran parte del gluten que contenían, así como con los hidratos de carbono presentes en el pan. Por esta razón, la digestión del producto resultante era mucho más sencilla y su índice glucémico era más reducido, lo que favorecía una mayor absorción de vitaminas.
Por ahora, no existen evidencias científicas suficientes que avalen la eliminación total del gluten de nuestra dieta sin tener ninguna alergia, intolerancia, o enfermedad relacionada con su ingesta. Sin embargo, tal como hemos señalado, sí existen beneficios de reducir la presencia de este tipo de alimentos de nuestra dieta. ¿Comenzamos por el desayuno? ¿Has probado ya nuestro desayuno sin gluten?